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SOBRE LA SITUACIÓN DE LA JUSTICIA

El año 2023 está siendo un período desafiante y complicado para los profesionales del ámbito de la justicia. Desde finales de enero, cuando se inició la huelga indefinida de los Letrados de la Administración de Justicia, hasta la actualidad, donde se ha extendido a otros cuerpos de funcionarios de los juzgados, nos encontramos en una situación de desamparo y falta de apoyo por parte de las instituciones judiciales. Según el informe del CSIF, los números son alarmantes: más de un millón y medio de juicios suspendidos y quince millones de actuaciones interrumpidas.

En lo que respecta a los profesionales, se ha evidenciado una notable falta de respeto hacia abogados y procuradores. Por ejemplo, se nos comunican las suspensiones de señalamientos el mismo día en que estos deben llevarse a cabo, lo que implica la pérdida de tiempo y los gastos de transporte que esto conlleva. Además, esto genera retrasos significativos en los procedimientos judiciales, lo que se traduce en demoras en la facturación y, en última instancia, perjuicios irreparables para los litigantes. Llevamos demasiados meses lidiando con esta situación y el ambiente general entre los profesionales del sector es de cansancio y desgaste.

Tal vez, si la huelga se hubiera planteado desde otra perspectiva, otros profesionales del ámbito de la justicia podríamos haber apoyado la causa y el conflicto se habría resuelto de manera más exitosa. La falta de un enfoque estratégico ha impedido que otros actores relevantes se sumen a la lucha por una justicia más efectiva y justa. Es evidente que la necesidad de reformas y mejoras es compartida por muchos, pero la forma en que se ha llevado a cabo la huelga ha dificultado la generación de un frente unido.

Y la cosa no tiene visos de mejorar ni solucionarse con un gobierno que permanece impasible y, seguramente, ahora más preocupado en preparar unas elecciones generales que podrían acabar en un traspaso de poder que conllevaría otro retraso en la solución del conflicto, agravando así el estado de una Administración de Justicia que ya venía mostrando carencias e ineficiencias impropias de un pais moderno y desarrollado.

En resumen, la huelga indefinida de los Letrados de la Administración de Justicia encadenada con la actual huelga de funcionarios de justicia ha dado lugar a un estado de desamparo y falta de apoyo por parte de los juzgados, con un impacto significativo en la suspensión de juicios y actuaciones.

Consideramos que es fundamental reflexionar sobre la estrategia empleada en esta huelga y considerar alternativas que puedan generar un frente unido en busca de una justicia más eficiente y equitativa.

Mireia Gracia i Peris

Oficial Habilitada en Ruiz Castel Procuradors

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